domingo, 7 de agosto de 2011

¿Puedo invitarte un café?


Hola, ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
¡Me emociona tanto saludarte!
Es bueno verte de nuevo,
Es bueno volver a encontrarte.

¿Has estado bien?
¡Me alegra tanto escucharlo!
A mí me cuesta estar de pie,
Aunque me duela confesarlo.

¿Puedo invitarte un café?
Dos cucharadas de nostalgia,
Bien cargado de recuerdos,
Y un toque de distancia.

Encendamos un cigarrillo,
Tal vez calme nuestras ansias,
Tengo tanto que decirte,
Aún en estas instancias.

Dibujando los momentos,
En que nunca estuve sólo
He entendido que tenía tanto,
Y lo he perdido todo.

Estás frente a un perdedor,
Fracasado y humillado,
Que por su locura
Perdió lo que le has dado.

¿Qué saben los psicólogos
de lo que es el amor?
Ellos ni siquiera entienden
Cuánto extraño tu calor.

Ellos se empeñan siempre,
En que debo olvidarte.
¿Y qué hago con la inspiración
que me da por extrañarte?

Las noches son eternas,
El pasado no es olvido.
Me niego a resignarme,
No sé que voy a hacer conmigo.

La realidad me mata,
Me inundan los suspiros.
La realidad ya no basta,
Si no la comparto contigo...

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