lunes, 15 de agosto de 2011

Carta de un Bohemio


Al llorar en silencio se ahoga en penas la inspiración. Muere sin velo ni entierro, sin recuerdo, sin olvido, simplemente muere, como muere la nada en los brazos de nadie oculto en ninguna parte.

Por eso, alzo mi copa contigo, asiento vacío, y no lo digo por ninguno de los otros tres en la mesa, sino por el que yo mismo ocupo. Brindemos sin razón aparente, honremos la memoria de un espacio que se encuentra desolado; rindamos tributo a los sueños que ya no tienen magia, y aún no hemos cumplido. ¡Salud! Por los viejos tiempos que no se olvidaron, los recuerdos que no sepultamos y de los que hoy vivimos.

¿Quieres jugar a las cartas?, pongo en juego lo poco que tengo, si es que aún me queda algo. Veo mis cartas, parece una buena mano, ¿qué cartas portará el destino?. La verdad, ni siquiera me importa, pues la vida sigue corriendo, amenaza con los años que pasan volando, y juran olvido.

Tengo desventaja en éste juego, pero de todas formas, yo te reto, lado oscuro de mi alma. Te miro a los ojos y sabes bien que no "blofeo". Teme, respeta mi jugada, no me importan tus trucos, pues yo tengo un as bajo la manga. ¡Te desafío!, de la mano de la utopía y el surrealismo que hoy me inspira.

Amanece, así que doy el último trago a mi bebida y termino el último cigarrillo de la noche; me levanto del asiento que nunca estuvo ocupado, pago la cuenta sin despedirme de nadie y abandono el bar al que nunca me presenté. Me retiro al lugar de donde vengo, que es ninguna parte, a seguir soñando y vagando en presencia de la soledad, a la que hoy pertenezco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario