viernes, 23 de septiembre de 2011

Guitarra mía


Sigue besándome, así, casi tan dulce como tu mirada. Ya no puedo resistirlo, tengo tanta pasión ahogada, quiero sentirme vivo, quiero sentir que eres mía. Necesito tus caricias, quisiera que tus labios me dijeran que sientes lo mismo, que lo que sientes por mi es tan fuerte como lo que yo siento, pero la realidad no es así. Estoy cansado de sentir y no sentir. Me gustaría nunca despertar, y es que te vuelves un sueño tan constante, me gustas tanto, pero la realidad es que no eres para mí.

Jamás vas a ser mía, lo entiendo bien. ¿En qué estaba pensando? Tienes tantas razones para irte como yo para rogarte que te quedes. El sueño se convirtió en vacío, sólo suena mi guitarra, si ella calla me invade el silencio. 

Guitarra mía, no dejes de sonar, tal vez encuentres la melodía perfecta para que ella se quiera quedar, por favor, yo me he quedado sin aliento, pero tú hablarás por mí, dile cuánto la deseo, dile que este sentimiento no lo cambiaría por nada; pídele que me bese de nuevo, dile que sobreviviré sin ella, dile que mi alma no se quebrará en mil pedazos y que mi corazón no quedará desgarrado... sólo... pídele que no tenga piedad, que juegue conmigo. Dile que le entregaría siempre mi cuerpo y mi corazón, aunque sea sólo de madrugada.

Por favor, guitarra mía, no dejes que esto se acabe, mantenme profundamente perdido en la noche, porque cuando termine, ella no estará aquí.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Poemas noche y día.



Te escribiré poemas noche y día,
por si acaso lloras mi ausencia,
para que tus lágrimas y mi poesía
hagan puentes en la distancia.

Haré diez versos pensando en la luna,
y cien más inspirado en tu belleza,
porque si algo sé sobre la fortuna,
fué enamorarme de tu delicadeza.

Pensaré en tus ojos retándome,
en tus manos junto a las mías.
A cada minuto enamorándome,
como cuando a mi lado dormías.

¿Cómo te explico a tinta y papel,
que estoy loco por besarte?
Que vuelvo a esas noches en vela
en las que me permitiste amarte.

Te escribiré poemas noche y día,
por si un día llegas a amarme.
Y así, juntos cometamos la osadía,
y nunca, nunca quieras dejarme.