Sigue besándome, así, casi tan dulce como tu mirada. Ya no puedo resistirlo, tengo tanta pasión ahogada, quiero sentirme vivo, quiero sentir que eres mía. Necesito tus caricias, quisiera que tus labios me dijeran que sientes lo mismo, que lo que sientes por mi es tan fuerte como lo que yo siento, pero la realidad no es así. Estoy cansado de sentir y no sentir. Me gustaría nunca despertar, y es que te vuelves un sueño tan constante, me gustas tanto, pero la realidad es que no eres para mí.
Jamás vas a ser mía, lo entiendo bien. ¿En qué estaba pensando? Tienes tantas razones para irte como yo para rogarte que te quedes. El sueño se convirtió en vacío, sólo suena mi guitarra, si ella calla me invade el silencio.
Guitarra mía, no dejes de sonar, tal vez encuentres la melodía perfecta para que ella se quiera quedar, por favor, yo me he quedado sin aliento, pero tú hablarás por mí, dile cuánto la deseo, dile que este sentimiento no lo cambiaría por nada; pídele que me bese de nuevo, dile que sobreviviré sin ella, dile que mi alma no se quebrará en mil pedazos y que mi corazón no quedará desgarrado... sólo... pídele que no tenga piedad, que juegue conmigo. Dile que le entregaría siempre mi cuerpo y mi corazón, aunque sea sólo de madrugada.
Por favor, guitarra mía, no dejes que esto se acabe, mantenme profundamente perdido en la noche, porque cuando termine, ella no estará aquí.

